A cumplicidade de Israel com os governos militares durante o conflito armado interno na Guatemala, em particular com o de Efraín Ríos Montt (1982-1983), volta a ser notícia hoje no mundo.
Por Isabel Soto Mayedo
Um artigo publicado pelo portal digital “A Intifada Eletrônica” remexeu novamente no vespeiro em torno do antigo segredo, exclamado há muito tempo e por muitas vozes pelos próprios artífices dos crimes que resultaram na morte e desaparecimento de 250 mil pessoas neste país da América Central entre 1960-1996.
“Desde os anos 80 até os dias atuais, o extenso papel militar de Israel na Guatemala continua a ser um segredo ‘sem sigilo’ e bem documentado, mas recebe poucas críticas”, diz o site digital.
E, embora reconhecendo que a cooperação militar remonta à década de 1960, explicita que na época de Ríos Montt, Israel já era o principal fornecedor de armas, treinamento militar, tecnologia de vigilância e outros tipos de assistência vital na guerra do Estado contra a esquerda urbana e índios maias rurais.
Tel Aviv forneceu armas e treinamento militar para o Exército da Guatemala, sobretudo a partir do governo do ex-presidente Jimmy Carter (1977-1981) que reduziu o apoio dos EUA a esses governos, mediante alegações constantes de violação aos direitos humanos, diz ele.
Mencionou que, em 1981, foi fundada uma escola, projetada e financiada por Israel, para treinar militares guatemaltecos no uso de tecnologias de contra insurgência e, em seu primeiro ano, a polícia secreta, ou G-2, localizou e invadiu cerca de 30 casas da Organização Revolucionária do povo em Armas (ORPA).
O G-2 coordenou a tortura, o desaparecimento e o assassinato dos opositores aos governos da Guatemala, país que sofreu com muitos golpes de estados e eleições duvidosas durante os anos 80, enquanto Israel manteve-se sempre a principal fonte de armas e aconselhamento militar da Guatemala, assinalou.
Recordou também que, após o golpe militar que o levou ao poder em 1982, Ríos Montt comentara a um repórter da ABC News que tal golpe teria sido fácil “porque muitos de nossos soldados foram treinados por militares israelenses.”
Enquanto isso, a imprensa israelense informou que 300 assessores israelenses estavam em solo guatemalteco treinando soldados do ex-general e citou o conselheiro no território, o tenente-coronel Amatzia Shuali.
Quase em paralelo, o ex-ministro da Economia de Israel, Yaakov Meridor, disse que ocupariam o vácuo deixado pelos Estados Unidos em países onde os EUA não queriam vender armas abertamente.
“Vamos dizer aos estadunidenses: Não concorram conosco em Taiwan; nem na África do Sul; no Caribe ou em outros lugares, onde não podem vender armas diretamente. Vamos fazer isso … Israel será o seu intermediário “, disse.
O portal Intifada Eletrônica refere-se ao comentarista Dan Rather, que em 1963, em seu programa da CBS Evening News (notícias da noite) afirmou que as armas e métodos vendidos por Israel para a Guatemala haviam sido testados contra os palestinos na Cisjordânia e em Gaza.
Disse, por sua vez que, que segundo o jornalista George Black, a admiração da direita e dos círculos militares guatemaltecos aos israelenses era tal que chagaram a falar, durante aqueles anos, da suposta palestinização dos rebeldes índios mayas da nação guatemalteca.
O site lembra que em janeiro 2016 foram detidos 18 oficiais militares guatemaltecos reformados, por suposto envolvimento em crimes contra a humanidade durante a guerra e que um mês depois, dois ex-soldados foram condenados em um caso sem precedentes de escravidão sexual neste âmbito.
Por outro lado, alude à condenação por genocídio contra Ríos Montt em 2013, apesar de sua anulação pouco depois pela Corte Constitucional, estabelecendo um precedente global de condenação à violência intensa e descontrolada por parte do Estado contra os povos indígenas mayas na Guatemala.
Ao mesmo tempo em que destaca em separado o processo aberto em novembro contra o ex-general, pelo massacre na aldeia de Las Dos Erres (1982), em Petén (ao Norte), onde soldados treinados por Israel queimaram até o solo, após golpear com martelos as cabeças da população, antes de fuzilá-la.
Investigadores da Comissão da Verdade da ONU, em 1999, ratificaram que ‘toda a evidência balística recuperada correspondia a fragmentos de bala de armas de fogo, inclusive fuzis Galil, de fabricação israelense.
Fonte: Prensa Latina, Tradução de Maria Helena D’Eugênio para o Resistência
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La complicidad de Israel con los gobiernos militares durante el conflicto armado interno en Guatemala, y en particular con el de Efraín Ríos Montt (1982-1983), vuelve a ser noticia hoy en el mundo.
Por Isabel Soto Mayedo
Un artículo publicado por el portal digital The Electronic Intifada revolvió de nuevo el avispero en torno al viejo secreto, gritado hace mucho a todas voces por los propios artífices de los crímenes que redundaron en la muerte y desaparición de 250 mil personas en este país centroamericano de 1960 a 1996.
‘Desde los años 80 hasta nuestros días, el extenso papel militar de Israel en Guatemala sigue siendo un secreto abierto que está bien documentado pero recibe críticas escasas’, asegura el sitio digital.
Y aunque reconoce que esa colaboración militar data de los 60, precisa que en la época de Ríos Montt, Israel era ya el principal proveedor de armas, entrenamiento militar, tecnología de vigilancia y otra asistencia vital en la guerra del Estado contra la izquierda urbana y los indígenas mayas rurales.
Tel Aviv proporcionó armas y entrenamiento militar al Ejército de Guatemala sobre todo a partir que el expresidente Jame Carter (1977-1981) redujo el apoyo de Estados Unidos a esos gobiernos por las acusaciones constantes de violación a los derechos humanos, puntualiza.
Menciona que en 1981 fue inaugurada una escuela, diseñada y financiada por Israel, para capacitar a militares guatemaltecos en el uso de las tecnologías de contrainsurgencia, y que en su primer año la policía secreta o G-2 localizó y allanó unas 30 casas de la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA).
El G-2 coordinó el asesinato, la desaparición y la tortura de los opositores al gobierno guatemalteco, que frecuentemente cambiaron a través de golpes y elecciones durante los años 80, en tanto Israel continuaba siendo la fuente principal de armas y consejos militares de Guatemala, señala.
Recuerda que tras el golpe militar que lo llevó al poder en 1982, Ríos Montt comentó a un reportero de ABC News que había sido fácil instalarse ‘porque muchos de nuestros soldados fueron entrenados por israelíes’.
Mientras, la prensa israelita informaba que 300 asesores de ese país estaban en suelo guatemalteco entrenando a los soldados del exgeneral y citaba al consejero en el territorio, teniente coronel Amatzia Shuali.
Casi de forma paralela, el exministro de Economía de Israel, Yaakov Meridor, declaró que ocuparían el vacío dejado por Estados Unidos en aquellos países donde no querían vender abiertamente armas.
‘Vamos a decir a los estadounidenses: no compitan con nosotros en Taiwán; no compitan con nosotros en Sudáfrica; no compitan con nosotros en el Caribe o en otros lugares donde no se pueden vender armas directamente. Vamos a hacerlo… Israel será tu intermediario’, expresó.
The Electronic Intifada alude al comentarista Dan Rather, quien en su programa de CBS Evening News expuso en 1983 que el armamento avanzado y los métodos vendidos por Israel a Guatemala habían sido probados contra los palestinos en Cisjordania y Gaza.
Dice a su vez que, según el periodista George Black, la admiración de la derecha y de los círculos militares guatemaltecos hacia los israelíes era tal que llegaron a hablar en esos años de la presunta ‘palestinización de los rebeldes indios mayas de la nación’.
El sitio rememora que en enero de 2016 fueron arrestados 18 militares guatemaltecos en retiro por su presunta participación en crímenes de lesa humanidad durante la guerra y que un mes después, dos ex soldados fueron condenados en un caso sin precedentes de esclavitud sexual en ese ámbito.
Por otro lado, alude a la condena de genocidio contra Ríos Montt en 2013, que pese a ser anulada poco después por la Corte de Constitucional, estableció un precedente global de condena a la violencia intensa desatada por el Estado contra los pueblos indígenas mayas en Guatemala.
Al mismo tiempo que destaca el proceso por separado abierto contra el exgeneral en noviembre por la masacre en la aldea Las Dos Erres (1982), en Petén (Norte), donde los soldados entrenados por Israel quemaron hasta el suelo tras golpear con martillos las cabezas de sus pobladores y fusilarlos.
Investigadores de la Comisión de la Verdad de 1999 de la ONU ratificaron que ‘toda la evidencia balística recuperada correspondía a fragmentos de bala de armas de fuego y gavilanes de fusiles Galil hechos en Israel’.